José Luis Escalante
Director del museo Salgadeiras de Moreiras
Biólogo marino, natural de O Grove, su gusto por el mar le viene de familia, de villa y de profesión. Es así como en su vida trabajó siempre relacionado con este medio, en proyectos con mariscadores en la siembra y recolección de la almeja para después ser docente en escuelas taller involucrado en el plan Galicia. También como observador para el CSIC donde estuvo embarcado en Terranova investigando acerca del camarón boreal y en las islas Malvinas muestreando los bancos de calamar patagónico para el Instituto Español de Oceanografía, igual que con el bacalao en los mares de Noruega.
Actualmente es director del museo de Salgadeiras de Moreiras que más que un museo es un conjunto de espacios museísticos dedicados tanto a la salazón, método de conserva tradicional, como a la pesca.
El museo tuvo en 2007 la primera visita, pero fue en 2001 cuando empezó a redactar el proyecto. José Luís fue recopilando material en todos los lugares donde estuvo trabajando, fruto de las donaciones de marineros y mariscadoras.Suabuelo era armador de un barco cerquero lo que le permitió aportar enseres y piezas para iniciar el acopio mostrado en diversas exposiciones que dieron lugar a la creación del Museo de la Pesca y la salazón en Punta Moreiras, O Grove.
Para él, el museo preserva toda la tradición pesquera gallega, procura el conocimiento de tiempos pasados tanto memorias documentales como técnicas y materiales. Transmite los conocimientos a generaciones futuras y también es un recurso de cara a el turismo cultural ya que cada vez hay más turistas interesados en conocer la historia de la zona.
Bonito es ver las dornas pescando, embarcaciones a las que se le pudo meter un motor fuera borda, el British Seagull, motor de los años 65-70. Cuenta, que, la gamela, otra embarcación tradicional, a la que le añadieron un motor y para ello tuvieron que hacer un agujero debajo de popa para poder adaptarlo. También hay planeadoras de madera con un motor de 50 a 100 caballos ya que tienen popa muy ancha, en concreto la que se expone en el museo se utilizaba para la pesca del xeito. Otro barco es el galeón de la ría, que transportaba mercancías, sal, madera, barro, etc., antiguamente. Se construyeron dos hace unos años para el Club Náutico de Sanxenxoen un astillero de O Grove para su uso deportivo. Son buenos y estables veleros a los que también se puede incorporar un motor diésel.
Nos cuenta que el poliéster y el acero le ganaron la partida a la madera en la construcción naval y los pequeños pesqueros empleados en la actualidad son más cómodos y maniobrables, con el puente hacia la proa, dejando espacio para trabajo y estiba hacia popa.También dice que las embarcaciones neumáticas son ideales para la práctica del buceo. A veces va a pescar fanecas en una planeadora de unos amigos con un motor de 150 caballos y otras con otro compañero que tiene una dorna de tope de la que disfruta de una jornada de pesca mucho más tranquila con su motor intraborda de 8 caballos, acompañado siempre deun bocata, ambas son agradables experiencias.
Para él las razones para conocer los Ecodestinos náuticos de las rías Baixas y alto Minho son varias, por un lado, la cultura marinera en Galicia es muy rica y muy ancestral, aunque se haya modernizado rápidamente. Conocer estos ecodestinos a través del mar como desde O Grove a Ribeira, mucho más rápido que por carretera observando los paisajes desde otra perspectiva. Viajar tanto en embarcaciones a motor grandes disfrutando de las rutas de los cultivos de mejillón o los viajes a las islas del Parque Nacional como en barcos más pequeños de amigos o alquilados, “solo el viaje ya merece la pena” dice.
Ver la vida en el mar, sus gentes faenando, cómo llegan a los puertos con sus embarcaciones. Poder fondear en una cala para bañarse y disfrutar de los vinos del lugar y su marisco fresco, es otra historia.
Alejandro Retolaza Vázquez-Viso
Vicepresidente del Monte Real Club de Yates de Baiona
Alejandro Retolaza Vázquez-Viso es el vicepresidente del Monte Real Club de Yates de Baiona, un club del que toda su familia es socia desde hace muchos años. Su relación con la náutica se remonta a su infancia, ya que empezó a navegar siendo aún niño. Tras haber participado como regatista en numerosas competiciones, y haber sido campeón del mundo de la clase Quarter Ton en 1990, en la actualidad disfruta del mar en su tiempo de ocio, saliendo a navegar con su familia siempre que puede. Desde la vicepresidencia del club lleva años impulsando la vela adaptada para personas con discapacidad, con el objetivo de que todos puedan navegar en igualdad de condiciones.
“Las Rías Baixas son uno de los lugares con más encanto de Europa para la navegación, no solo a motor, sino también a vela. El espectacular paisaje de la costa gallega, navegable durante todo el año, con playas idílicas y pueblos de espectacular belleza hacen de las rías Baixas un lugar único para disfrutar del mar en cualquier época del año. En el Monte Real Club de Yates llevamos muchísimos años recibiendo a navegantes de todo el mundo y la mayoría siempre repite. La historia de Baiona, estrechamente relacionada con el mar; y el prestigio del Monte Real Club de Yates, uno de los clubes más importantes de España, con el Rey Felipe VI como presidente de honor, son los mayores atractivos para turistas y visitantes. Los navegantes son siempre nuestros mejores embajadores” nos comenta Alejandro Retolaza.
María Santoro
Responsable de Marina Combarro
María Santoro es la responsable de la empresa Marina Combarro desde el año 2015. El afán por posicionarla a nivel internacional centra los esfuerzos de esta compañía desde 2013.
“Una marina no es simplemente un lugar para atracar embarcaciones de recreo, debe ser un lugar de encuentro de amigos y navegantes. En Marina Combarro hemos conseguido crear un ambiente especial en el que todo el mundo se encuentra cómodo”, indica María Santoro.
Localizada en un espectacular enclave dentro de la Ría de Pontevedra, Marina Combarro ofrece, entre otros servicios, comodidad a bordo en sus excepcionales puestos de atraque, además de un punto de encuentro en la terraza de capitanía, tiendas, restaurantes y bares con gran animación, pero sin estridencias. Todo ello contribuye a lograr el auténtico estilo de vida náutico.
Para esta profesional, “las Rías Baixas son, quizás, el mejor lugar de Europa para navegar, con grandes ensenadas protegidas en las que se puede navegar todo el año, con un clima templado en el que nunca hace demasiado frío ni calor”. Aprovechando estas condiciones, “desde Marina Combarro en una sola jornada se puede acceder al Parque Nacional Islas Atlánticas, a multitud de playas para fondear y a encantadoras localidades marineras para comer y disfrutar”, explica.
Sobre el pueblo de Combarro, donde se encuentra la empresa, María Santoro destaca que las personas visitantes se podrán encontrar con un enclave de gran originalidad por la perfecta adaptación al medio natural en el que se sitúa y la forma tradicional de vivir de sus habitantes en una particular simbiosis entre el mundo rural y marinero. No en vano, esta localidad cuenta con la Declaración de Conjunto Histórico Artístico de carácter nacional desde 1972.
Su encanto reside en la combinación de casas antiguas con hórreos, cruceiros y embarcaciones. Las edificaciones, construidas sobre el peñascal granítico desnudo para aprovechar la franja litoral cultivable, son de cantería con solanas y balaustradas. Además, en Combarro hay más de treinta hórreos de piedra, que allí se llaman palleiras, que conforman uno de los conjuntos de este tipo de construcciones más impresionantes de Galicia.
Dado el potencial de este punto de interés turístico, desde Marina Combarro trabajan por ofrecer los mejores servicios a su clientela. Así, ponen a disposición de las personas usuarias unas modernas instalaciones náuticas que, por su modernidad y adaptabilidad, fueron ganadoras en 2012 del premio mundial a la excelencia en el diseño de las marinas. Además, cuentan con la certificación Internacional 5 Gold Anchor expedida por The Yachts Harbour Association LTD (TYHA), “muy apreciada por los navegantes internacionales”, concreta la responsable de esta empresa, que se confiesa una enamorada de su trabajo.